Comenzamos el viaje de norte a sur, por tanto aterrizamos en la ciudad de Tallin (Estonia) ya entrada la tarde. Nos espera dejar las maletas en el apartahotel, cenar y darnos una vuelta para conocer el ambiente de la ciudad. Mis compañeros se desplazaban por las silenciosas calles empedradas (llenas de gente cenando tranquilamente en las terrazas) haciendo un ruido espantoso con las ruedas de las maletas por el contrario yo había elegido llevar una mochila y evitar llevar comida y ropa para cada día.

Cuando llegamos a Old House, la primera sorpresa que tuvimos fue que no teníamos habitación para los tres días que estábamos allí, así que durante los tres días que nos quedamos en Tallin nos dieron una habitación distinta cada día, con el engorroso tramite de hacer y deshacer maletas y/o mochila. La primera noche dormimos en este pedazo apartamento.

En los días sucesivos la calidad fue variando…

Primera noche en Tallín (jueves), vamos de camino a una discoteca llamada Terrarium que por lo visto ahora se debe llamar Oscar, lo cierto es que debía estar cerrada porque esa zona estaba muerta, de ahí cogimos un taxi y fuimos al Club Venus, nombre que al principio puede sonar a otra cosa pero es un bar/disco de tamaño mediano. Por la poca gente que nos encontramos en él, estaba claro que no sabíamos donde ir, así que volvimos al centro y encontramos por fin donde estaba toda la gente, en una plaza de esa zona se encontraba el Club Hollywood, uno de los clubs recomendados y al que iriamos al día siguiente, cerca de este se encontraba el Club Privé pero se encontraba cerrado y era hora de ir a descansar para el día siguiente.
Helsinki(14 de agosto): El viernes de mañana, después de llevar las maletas a la recepción del hotel para que nos asignasen otra habitación fuimos al puerto donde tomamos un catamarán sobre las 10:00 que nos llevaría a Helsinki donde estaríamos hasta las 21:00. Hay que decir que para ser la capital de Finlandia, Helsinki no tiene nada que ver y los precios en los supermercados son bastantes caros, lo que hace que en estos catamaranes haya gente que compre bebidas y/o beba alcohol. Al salir del catamarán nos encontramos con la plaza del mercado donde se vendían frutas, verduras y distintos productos, así como comida. En los alrededores también se encuentran entre otros el mercado viejo, el ayuntamiento, un punto de información turística y el palacio presidencial. Atravesando el mercado llegamos hasta la catedral ortodoxa Uspenski desde donde se puede tener una pequeña vista de la ciudad al encontrarse en un punto elevado.

De ahí nos dirigimos a la plaza del senado donde se encuentra la catedral de Helsinki.

Después de un breve descanso nos dirigimos al norte hacia los mercados de hakaniemi cerca de los cuales almorzamos y proseguimos nuestro viaje por la ciudad atravesando sus grandes parques camino hacia al estadio olímpico, sede de los juegos olímpicos de 1952 y una vez allí continuamos hasta el monumento a Sibelius ubicado en el parque Sibelius y supuestamente según la guia de la oficina de turismo uno de los "principales atractivos" de la ciudad.

Y de ahí, de vuelta a la Terminal Marítima pasando por la estación de trenes, las calles comerciales y algún centro comercial donde había una tienda de ropa siniestra, gótica, dark (vamos de ese estilo) ya que será por la luz o nó pero ese tipo de estilo abunda mucho en esas latitudes. Como ibamos con tiempo, disfrutamos de bebidas en la terraza de un café situado en el paseo Esplanadi.

Por la noche ya de vuelta por Tallin, empezamos por el café Amigo bar/disco con música en vivo y adecuado para gente de camino a los 40 y de ahí, al que habiamos descubierto la noche anterior el Club Hollywood (de los que oyes a la gente entrando mientras dicen: “Ou yeaaah!!”)
Al dia siguiente (sabado 15 de agosto) fuimos a Viitna para conocer el parque natural de Lahemaa donde nos perdimos y empezamos caminando en otro sentido durante bastante tiempo para luego volver sobre nuestros pasos y encontrar los lagos donde en uno de ellos(no recuerdo cual de ellos) almorzamos y dormimos la siesta.

Regresamos a Tallin al principio de la tarde y dedicamos toda la tarde a visitar el centro de Tallin, (patrimonio de la humanidad por la UNESCO), ciudad de estilo medieval y que merece mucho la pena (Plaza mayor, House of the Brotherhoods of Black Heads, la iglesia de St. Olav, La catedral de Santa María la virgen, el castillo Toompea, la catedral de Alejandro Nevski y todo el paseo a lo largo de las murallas.)

Después de dar un paseo por los encantos del centro de Tallin cenamos en un restaurante medieval llamado Old Hansa, iluminado por velas y donde no sirven refrescos ya que en la época medieval estos no existían. Con el estómago lleno esa noche fuimos a varios bares y después al Club Hollywood (creo que nos gustó el sitio) y a Privé.

Como ciudad para visitar es bastante bonita y para salir de marcha está muy bien especialmente si te gusta la música electrónica porque hacía tiempo que no escuchaba música tan buena.El domingo por la mañana, última visita a la ciudad de Tallin, ya que a las 15:15 partiamos via bus a Pärnu ciudad típica de vacaciones de verano, donde esperabamos seguir de fiesta pero nos encontramos una ciudad vacía y donde las discotecas no habrían de domingo, así que después de visitar el centro de la ciudad y dar varias vueltas por los alrededores. Pärnu tiene muy pocas cosas que ver, tiene una calle central llamada Rüütli, donde se encuentra una estatua de J.V Jannsen fundador del periodismo estonio y cerca de esta calle tambien se puede ver la torre roja, la cual es la única torre de fortificación restaurada de la edad media y una iglesia ortodoxa St. Catherine.

Desde esta zona y de camino a la playa se puede observar una de las puertas de la ciudad que formaban parte de la muralla y atravesando parques y calles con casas de verano a ambos lados llegamos a un sanatorio de baños de barro que preceden a una de las entradas a las playas de Pärnu. Las cuales estaban desiertas…

Cerca del camping donde nos alojabamos y casi a orillas del rio había las típicas fiestas con barracas. Después me retiré a dormir, ya que nos esperaba un viaje de bus por la mañana temprano.

Cuando llegamos a Riga, capital de Letonia, nos dirigimos al hostal franks donde nos quedaríamos 4 días. La seguridad del hotel es bastante rara camara en el portal para ver quien entra despues de identificarte y subiendo por las escaleras otra puerta que deben de abrirte desde la recepción del hostal. De cualquier modo te dan una calurosa bienvenida invitandote a una cerveza y contándote los distintos tours (centro histórico y sovietico) que realizan por la ciudad de forma gratuita (...pero con tus donativos altruistas al finalizar).
Visita por la ciudad …..

Martes 18, visita a la colina de las cruces (Siauliai, en Lituania) por estar más próxima de Riga que de Vilnius. Allí nos encontramos con una colina sembrada de cruces símbolo de la resistencia lituana durante la época soviética:

Miércoles 19, subimos a la torre de S. Pedro.

Y después fuimos a Sigulda para ver el valle de Gauja donde se encuentra a su vez el castillo de Turaida y de paso la Cueva de Gutmanis la cual está ligada a la Rosa de Turaida (la cual tiene detrás una romántica leyenda).

De vuelta a Riga fuimos a algunos bares y terminamos en el Club Essential donde pinchan los mejores DJ’s y donde en las pantallas ponian los videos de la música que sonaba (ya podían aprender en muchos lados) .
Al día siguiente, después de realizar el tour soviético

y beber el balsamo negro fuimos a la playa de Jurmala y terminamos nuestra última noche en el Club Essential.

La sensación que me dió Riga como ciudad, aunque tiene sus cosillas que ver y puede tener su encanto es una sensación de inseguridad y de repelus hacia la ciudad (es la única ciudad de entre todos mis viajes que me ha dado esa sensación).
Viernes 21, viaje a Vilnius, capital de Lituania. Tuvimos mucha suerte con los billetes de autobus. Al llegar nos encontramos con que estaban en fiestas, vestidos de trajes antiguos y vendiendo artesania tradiccional.

Al día siguiente sabado 22, teniamos planeado ir al parque natural de Aukstaitija pero al final decidimos quedarnos en vilnius y visitar la ciudad (o al menos yo decidí quedarme) y visitar la ciudad de vilnius, ciudad que me llamó la atención por la cantidad de iglesias que hay.

Domingo 23, nuestro último día y noche en Vilnius y esta vez tocaba visitar Trakai donde nos tocó un chaparrón y comprar impermeables en un supermercado.

De Vilna destacar que la gente no habla casi inglés, lo cierto es que el nivel de inglés fue descendiendo a medida que avanzaba nuestro viaje, de muy buen nivel (Estonia) a un mas bajo nivel (Lituania). Igualmente fue descendiendo la marcha nocturna de las distintas ciudades junto con el número de italianos :D
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